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    • AdminDani

      SOBRE LAS CITAS   23/01/16

      Chic@s, quería llamaros la atención sobre una cosa que vengo observando se repite contínuamente: las citas. Veo gente que hace citas pequeñas y otros enoooooooormes. Esto es un foro y desgraciadamente tiene un límite de capacidad con lo cual, al citar grandes textos o hacerlo contínuamente, el espacio se va reduciendo lenta pero inexorablemente y deberíamos volver a cambiar de lugar en cuanto la capacidad estuviese completa, pareciendo nómadas en vez de foreros. Yo os quisiera proponer unas pocas normas sencillas pero efectivas: 1. Si se han de citar las palabras de alguien, se citan pero tomando sólo esa frase que nos interesa destacar. Como cuando se hace una cita se puede borrar el texto que no interese...se borra respetando los QUOTE y quedará más pequeña consiguiendo dos cosas: que se lea más fácilmente el mensaje y que se centre en el asunto que desea destacar quién la hace. Hay alguien que se lea la cita?? Si es corta se le echa un vistazo pero si es larga simplemente se lee la frase nueva porque lo citado ya lo hemos leído antes. Si no se tiene habilidad para respetar los QUOTE, simplemente se copia la frase a destacar y se pega en nuestro mensaje utilizando esa especie de "bocadillo" que hay junto al arbolito de insertar fotos, pues para eso sirve. 2. Si deseáis responder al que acaba de escribir, no hace falta citar creo yo, pues los mensajes salen seguidos pero como puede dar la casualidad de que mientras se esté escribiendo el mensaje alguien se nos adelante y el suyo salga antes que el nuestro, propongo que se diga directamente: Para Fulanito (el citado), y a continuación lo que se le quiera decir. Las citas son interesantes y para eso están pero por favor, limitadlas cuando y cuanto podáis porque si todos citamos cada mensaje que sale (como está ocurriendo últimamente) este foro se nos saturará antes de lo que pensamos, y más teniendo en cuenta que cuando se emita el programa cien de nuestra Koko en Hispanoamérica..... puede que haya una avalancha de nuevos foreros como ocurrió cuando se emitió aquí en España. Si colaboramos todos un poquito, tenemos foro para rato y además, a primera vista queda como más limpio también. Gracias por vuestra atención, el Staff.

Barlés

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Mensajes publicados por Barlés


  1. He entrado en este hilo hoy por casualidad y, revisando refriegas pasadas afortunadamente ya calmadas y en las que la sangre no llegó al río, veo que en cierto momento de la dis***** se aludió al "iniciador y sus corifeos", así que, sin ánimo de reverdecer polémicas ni echar más leña al fuego, no puedo menos que contestar por alusiones.

    Decir en primer lugar que comprendo perfectamente el sentir de Eleusino sobre este tema y que, como se ha dicho anteriormente, el hecho de haberlo vivido de cerca y en carne propia le haga sentirlo de una manera más visceral. Pero precisamente por eso defenderé cosas que he defendido o manifestado en este hilo. Dice Eleusino que le exaspera que parezca que a algunas de las personas que escribimos en este hilo nos moleste más el que se diga bedela o albañila o que se utilice la expresión violencia de género frente violencia doméstica más que el hecho de que por este problema - se llame como se llame - estén muriendo muchas mujeres. Pues tengo que decirle que con eso se equivoca. Al menos conmigo. Precisamente eso que critica Eleusino es lo que yo critico, pero por parte de los responsables y sobre todo y en muchas ocasiones las responsables del asunto.

    Precisamente porque existe un problema gravísimo que debe ser solucionado me repugna que por parte de los poderes públicos parezca destinarse más medios y esfierzos a cosas totalmente triviales que a solucionar el problema. Y es que parece ser que el Instituto de la mujer y las respectivas Consejerías autonómicas y Concejalías municipales sobre el tema parece preocuparles más las chorradas y mandangas de los di*****dos y di******s, presidentes y presidentas, niños y niñas y jóvenes y jóvenas que el verdadero tema preocupante.

    Si todo ese dinero que se gasta en estudios lingüísticos absurdos, cambio de señales de tráfico en Fuenlabrada y demás tonterías se dedicase a dotar de más medios a la justicia y las fuerzas policiales puede que otro gallo cantase. Y es que, aparte de las discusiones jurídicas o de ténica estrictamente legal que puedan hacerse respecto a la denominada Ley integral contra la violencia de género una cosa que hay que decir bien alta y clara es que esa ley que se vendió en su momento como la panacea que iba a solucionar definitivamente la cosa se puso en marcha con una total desprovisión de medios materiales o personales.

    Yo soy funcionario en excedencia del Ministerio de Justicia y estuve en un Juzgado al que de repente le tocó la lotería de convertirse en uno de los Juzgados de violencia creados por la Ley, que resulta que no era un Juzgado de los creados expresamente con motivo de la misma - que, si mal no recuerdo, fueros 14 ó 15 en toda España y que eran los que salían por la tele todo bonitos con sus mesas de diseño y sus pantallas TFT, sino que era uno de los cuatrocientos y pico Juzgados de Instrucción o de Primera Instancia e Instrucción que vieron como de repente se les vino encima un 30% más de trabajo con las mismas plantillas. Juzgados que teoricamente debían contar con un Médico forense y un Pscicólogo para atender a las víctimas y que, en el caso del Juzgado que hablo - y me fuí ya hace casi dos años - creo que todavía deben estar esperando a ambos. Juzgados donde las víctimas, tenían que esconderse en las oficinas para no encontrarse con su agresor cuando ellas salían de declarar y él entraba a hacerlo, por no existir la posibilidad de que estuviesen en salas de espera separadas.

    Y durante esa experiencia profesional he vivido escenas tan surrealistas como cogerle el teléfono a un Guardia Civil que me cuenta que les consta en el puesto que una pareja de la que saben que el hombre tiene una orden de alejamiento covive con la mujer y que les ven pasear por las calles del pueblo y que qué hacen, que si lo detienen o no.

    Por eso - y voy a ir acabando y resumiendo, que estoy escribiendo un testamento de la leche - mi beligerancia contra el tema del lenguaje presumente sexista y el que los órganos que teóricamente deben defender a la mujer parezcan estar más ocupados en polémicas y trabajos estériles que en hacer cosas para solucionar verdaderamente los problemas de las mujeres. Porque ya no es sólo el tema de la violencia contra las mismas, sino en simples casos de discriminación. Un caso que me toca muy de cerca. Mi hermano y cuñada han tenido hace seis meses una niña. En la recta final del embarazo, a mi cuñada la llaman de un Ayuntamiento en cuya bolsa de trabajo estaba porque le tocaba su turno de ser llamada. Mi cuñada se presentó a la entrevista y resulta que no la cogieron porque, tras unas camufaldas largas iniciales, le conferason claramente que no la podía coger porque si daba a luz y pedía la baja maternal luego tenían que llamar a otra persona para cubrir su puesto y todo eso suponía mucho papeleo. Para más inri todo ello en un ayuntamiento socialista. Mi cuñada llamó al instituto de la mujer autonómico para denunciar el caso, y allí nadie tenía idea de qué podía o debía hacer y decía que eso era competencia de los servicios municipales. Llamó a los servicios municipales de atención a la mujer y allí tampoco ni p u t a idea de qué debía o podía hacer. Entonces ¿para qué tanto Instituto o servicio nacional, autonómico o municipal, si a la hora de resolver problemas no los resuelven?.

    Bueno, creo que ya queda suficientemente claro lo que quiero decir. Quisera también dejar claro que cuando abrí este hilo mi intención no era ni molestar ni menospreciar a nadie ni mucho menos sino simplemente el criticar que, en lugar de abordar directamente el problema y preocuparse por el msimo, se vaya la fuerza en fuegos artificiales o directamente en muchos casos se confunda el culo con las témporas. Como bien dice Eleusino el problema es que todos los días mueren o son maltratadas mujeres y no si debe decirse bedel o bedela o albañil o albañila, pero es que parece que a quien debe solucionarlo le importa más lo segundo que lo primero.


  2. Pues, si nos atenemos a la ley, la juez de Violencia, tendría que haberse inhibido - en cristiano haber mandado a las dos buenas mujeres (o al menos una) - ante el Juzgado de Guardia o para Decanato para que se repartiese al de Instrucción correspondiente. Sería el mismo caso que cuando es el hombre el agredido y la mujer la agresora.

    Las cosas son "asín". Yo no me las he inventado. :dont-know:


  3. Bueno, aunque no creo que la reportera en cuestión lo haya hecho conscientemente, lo de la guradia, hasta cierto punto, podría ser correcto si nos atenemos al diccionario de la RAE:

    guarida.

    (De guarir).

    1. f. Cueva o espesura donde se guarecen los animales.

    2. f. Amparo o refugio para librarse de un daño o peligro.

    3. f. Lugar adonde se concurre con frecuencia o en que regularmente se halla alguien. Andrés tiene muchas guaridas. U. m. en sent. peyor.

    4. f. ant. Remedio, refugio.


  4. Si queréis podemos quedarnos con algo más jocoso:

    ¡Qué dífícil es hacer un soneto!

    Lo primero es buscar buena rima,

    y es una cosa que a uno mucho anima

    el poder concluir el primer cuarteto.

    Pues parece que no, pero es un mundo,

    y sin desesperar uno lo intenta

    y pasa que, sin darse casi cuenta,

    resulta que está hecho ya el segundo.

    Pero en seguida vienen los tercetos,

    cosa que la dificultad aumenta,

    al tener que hacer otros dos completos

    Y es que hay que ver en que cosas me meto

    y más me valdría tener en cuenta

    qué dificil es hacer un soneto.


  5. Bueno, aquí dejo unos torpes versos.

    Eres

    Eres tú la que a mi mente embelesa

    la que de amor mi corazón inflama

    y que lo convierte en ardiente llama.

    Eso eres tú, mi querida princesa.

    Eres de mis mañanas la alegría,

    la luz que ilumina mis despertares

    y que llena mis noches de pesares

    al no poderte ver entonces mía.

    Eres una historia de amor extraño

    que ya no hay forma de pararlo

    y que hace cada vez más y más daño.

    Un amor, como todos, sin razón

    que ansía que tú vengas a saciarlo

    inflamando también tu corazón.


  6. ¡Ah, a mí no!. Que yo sólo soy un personaje "fistisio" :lol::lol::lol:

    Por lo visto ha mandado dos copias: una dirigida a la dirección de correo que aparece en el foro de Pérez-Reverte del que soy miembro y otra dirigida a mí, que digo yo que si soy "fisticio" para qué coones me escribe.


  7. Lo de las maridas. Aunque creo que el término exacto sería parida.

    El Ayuntamiento de Córdoba financia una campaña para que se diga «marida», «miembra» y «lideresa»

    CARMEN G. BERNAL. CÓRDOBA

    1-2-2007 09:03:47

    «Marida», en lugar de mujer y «trabajadora social», por ama de casa. Ésas son algunas de las propuestas que la Plataforma Andaluza de apoyo al Lobby Europeo de Mujeres junto al colectivo de «Jóvenas Feministas» presentaron ayer como alternativa a un lenguaje sexista. Para sendos colectivos, el uso «machista» de las palabras son el comienzo de «una violencia que se ceba con los más débiles», en este caso, las mujeres.

    No se han quedado cortas en sus pretensiones las responsables de un proyecto -financiado por el Ayuntamiento de Córdoba con 1.000 euros- que cumple su tercera edición. Rafaela Pastor, «lideresa» de la Plataforma -así se denomina ella-, fue contundente en la presentación a los medios de un programa que quiere «dar el sitio que merece a las mujeres en un lenguaje que representa a un mundo hecho por y para los hombres». Para ello, más de 3.000 postales se repartirán por institutos y asociaciones y organizaciones con el lema «El lenguaje sexista. ¡¡¡Otra forma de violencia!!!».

    «Jóvenas Feministas»

    La campaña hará reflexionar sobre algunos «malos» hábitos del lenguaje, según el colectivo feminista, «que demuestran cómo los términos masculinos son utilizados en positivo frente a los femeninos que, en algunos casos, son claramente insultantes», aclara Lourdes Pastor, presidenta del colectivo «Jóvenas Feministas».

    Así, en las tarjetas aparecen ejemplos conocidos como «zorro» y «zorra», o «ligón» y «ligona». «Además, hablamos de que algo es cojo*** cuando es bueno, mientras decimos que es un coñazo si resulta aburrido», apunta la joven. Asimismo, en su alegato los colectivos femeninos proponen nuevos términos -«más equitativos»- que se saltan toda norma lingüística, como «marida» o «miembra».

    Las voces feministas también llegarán hasta La Moncloa. Pastor anunció que mandará una carta a Zapatero para cambiar el cartel del Congreso de los Di*****dos. «Queremos que el término di*****das aparezca en la entrada del edificio para que todo el que lo visite sepa que allí también hay mujeres».

    Y yo me pregunto. ¿En qué lugar quedan entonces para estas "jóvenas feministas" las verdaderas trabajadoras sociales, es decir, la gente que hace la carrera de Trabajo Social, asistentes sociales y demás?. ¿Están equiparando su labor profesional a la de las amas de casa?. ¿Ahora para ser ama de casa va a haber que ir a la Facultad?...


  8. Como desagravio a Eleusino, defensa de un viejo amigo y homenaje a las víctimas, os dejo ésto:

    Ana Cristina no sale en el "¡Hola!"

    Se llama Ana Cristina y estaba hasta arriba del hijo de p u t a de su marido. Observarán los habituales a esta página -en especial mi madre y las señoras que a menudo me tiran de las orejas por la contumaz grosería de mi lenguaje- que esta vez no escribo hijop u t a como de costumbre, todo junto, sino en dos palabras y con la preposición de por medio. La razón es obvia: hijo p u t a tiene resonancias casi genéticas; es un individuo, o individua, normal, de a pie; uno de tantos con los que a diario nos tropezamos en el peligroso ejercicio de la vida. Hijo de p u t a, sin embargo, es algo más serio; más definitivo. Nadie confundiría un término con otro, en especial cuando el segundo se pronuncia despacio, dejando un poco en el aire la i antes de arrastrar la j, y la p suena labial, sonora como un disparo. El primero nace, pero el segundo se hace. El hijo p u t a es un mierdecita de andar por casa, y ni siquiera él puede evitarlo, un quiero y no puedo. En cambio el hijo de p u t a se lo hace a pulso. No todo el mundo vale: hacen falta dotes, talento, carácter. El auténtico hijo de p u t a siempre es vocacional.

    El marido de Ana Cristina, les contaba, es un hijo de p u t a de los de preposición: auténtico, de pata negra. La última vez que le dio una paliza llevaba una tajada de anís que habría puesto en coma etílico a Boris Yeltsin. Y ella, con la cara hecha un mapa y los dos críos llorando a gritos en el dormitorio, tuvo que encerrarse en el cuarto de baño y pedir auxilio a las vecinas. Ésa fue la última vez, digo, porque al día siguiente Ana Cristina cogió a sus hijos de nueve y once años, puso en una bolsa la ropa que pudo y las quince mil pesetas en monedas de quinientas que había ido ahorrando y guardaba en un bote de colacao, y se tiró a la piscina. Quiero decir que se fue de allí, a buscarse la vida, incapaz de aguantar más. Tardó tanto en hacerlo porque es casi analfabeta, apenas sabe escribir, nunca tuvo estudios, ni trabajo, ni amigos influyentes que le echaran una mano, ni es lo bastante guapa, ni tiene ese toque de chocholoco imprescindible para montárselo como se lo montan Carmen Martínez Bordiú, Isabel Preysier y otras ilustres reinas del mambo con pedigrí cualificado.

    Ana Cristina no se ha calzado a un ex-ministro de hacienda, ni a un anticuario gabacho, ni a un arquitecto inglés sobrado de viruta y de buen ver. Imagino que ganas no le faltan; pero carece de medios y tiempo, ocupada como está en fregar suelos y cocinas como asistenta, por horas, de nueve de la mañana a seis de la tarde; atender a sus hijos durante el resto del día y de la noche, y esquivar a su ex-marido. Que aunque no paga la pensión miserable que un abogado que un abogado miserable no supo arrancarle de modo efectivo a un juez miserable, de vez en cuando se presenta en la modesta casa alquilada donde vive ella con los crios, a montarle un número, amenazarla, pedirle dinero o, un par de veces -debía estar agobiado el fulano- intentar tirársela otra vez, por la cara.

    Ana Cristinas como ella hay miles. Algunas, menos valientes, sin cultura, estudios ni familia, siguen viviendo como rehenes de los imbéciles y los canallas que las atormentan. Otras se liaron la manta a la cabeza por coraje o desesperación, y la vida, que es despareja, las trata con mejor o peor fortuna. Unas, derrotadas, terminan por regresar junto al marido, aceptando ya para siempre, con la resignación de quién ha quemado el último cartucho, condiciones de vida aún más brutales. Las que resisten se lo montan como pueden fregando suelos, refugiadas con los padres, aceptan cualquier trabajo temporal, lavan, cosen, planchan,

    roban, se meten a *****s o a lo que sea, luchan sin descanso por su supervivencia y la de sus hijos, en

    días agotadores y noches interminables de soledad, insomnio y angustia. A algunas las mira Dios

    y rehacen su vida, solas para lamerse las heridas o tras encontrar a alguien, las afortunadas, que les

    reconstruye la fe y la ternura. Otras, suspicaces, amargas, rotas para siempre, vagan como despojos de sus propias ilusiones, irreconocibles en las fotos que alguien les hizo hace diez, veinte, treinta años. Cuando aún eran jóvenes y creían en el amor, y en la vida.

    Quizá por todo eso, cada vez que me cruzo con Ana Cristina siento una extraña desazón. Algo que se parece mucho al remordimiento, o a la vergüenza de ser hombre.

    Arturo Pérez-Reverte

    El Semanal 9.6.1996


  9. Quisiera introducir un pequeño matiz tras las palabras de Eleusino. Precisamente porque existe un problema tan grave como el maltrato a las mujeres es por lo que, personalmente, me cabrea que el Insituto de la Mujer, en vez de preocuparse de establecer o colaborar en la políticas tendentes a solucionar este tema parezca tener más preocupación porque se diga albañila, bedela o cancillera, di*****dos y di*****das, y que si los dineros que cuestan tantas publicaciones lingüísticas absurdas se invirtiesen en centros de acogida y medios personales y materiales para llevar a buen puerto el objetivo de la Ley a lo mejor sería otro gallo el que cantase.

    También quiero decir que respeto el optimismo de Eleusino hacia la Ley, pero que debo mostrarme escéptico al respecto por experiencia. He trabajado ocho meses en un Juzgado que durante ese tiempo tuvo la desgracida suerte de convertirse en Juzgado especialista en violencia de género, doméstica o machista. Pero no de esos chachipirulis que aparecían en los informativos con mesas de diseño y pantallas TFT, sino de los otros más de cuatrocientos que era Juzgados normales a los que con la misma plantilla y estados atascados hasta las trancas se les mete un 30% de trabajo más, dándoles la puntilla. Y yo he vivido escenas tan surrealistas como el coger el teléfono a un Guardia Civil que llama al Juzgado y te cuenta que han visto junta a una pareja de la que saben que el hombre tiene orden de alejamiento y que la mujer ha debido perdonarlo y volver con él y preguntar que qué hace, que si lo detiene o no. O como tras intentar durante un buen rato mandar por fax una orden de alejamiento sin conseguirlo llamas al puesto de la Guradia Civil correspondiente y te dicen que tienen el fax estropeado desde no sé cuanto tiempo. O que al supuesto psicólogo que tiene que haber en el Juzgado para atender a este tipo de casos todavía no se le haya visto el pelo y esté seguro que no se le vaya a ver porque no hay dinero para que se le vea. En fin, que comprendo a Eleusino - y le pido disculpas por si este mensaje puede llegar a molestarle - en que más es algo que nada, pero que lo que hay se ha establecido sin los medios necesarios como para llevarlo a cabo.


  10. En cuanto a la duda lingüística, podría también enterderse el éstos como referido a "los menores". Pero sí, es indudable que hay un error de concordancia.

    Respecto a lo de la mal llamada violencia de género, creo que lo de la denominación es ya una batalla perdida y efectivamente es incorrecta, ya que género tienen las palabras y no las personas, que lo que tienen es sexo, y debería sustituirse por exprsiones como violencia de sexo o violencia doméstica tal y como en otro dictamen que los políticos de turno se pasaron por el arco del triunfo aconsejaba la RAE. Acerca de lo de la discriminación contra los hombres, es una de los absurdos de la Ley. Resulta que en la también mal llamada Ley Integral contra la violencia de género, sólo se entiende como tal la ejercida por el hombre sobre la mujer, produciéndose hechos tan curiosos como que si es el hombre el que canea a la mujer la cosa acaba en el Juzgado especializado en violencia doméstica y si es al revés la cosa acaba en el Juzgado de guardia.


  11. De hecho, las gónadas masculinas tienen muchísimas acepciones, como bien demostró (creo que fue él) Pérez-Reverte en un artículo que colgasteis en un hilo de éstos.

    Efectivamente fue Reverte el que escribió ese artículo. Y, si alguien quiere recordarlo, aquí lo dejo.

    Cuestión de co jo nes

    Hace tiempo que mi madre no me da la bronca por abusar del lenguaje soez en esta página, y empiezo a preocuparme. O ella envejece y se acostumbra, o estoy perdiendo facultades y volviéndome lingüísticamente correcto. Por fortuna, todavía llegan cartas de algún lector o lectora inasequibles al desaliento, afeándome mi poca vergüenza. E incluso Nacho Iglesias, el baranda de esta barraca, recibe periódicas sugerencias para que en El Semanal me echen a la calle de una pu ta vez. La última es de un señor de Oviedo, por la letra jubilado y por el membrete notario, que me afea el uso, e incluso el abuso, de la palabra co jo nes, e incluso sugiere la posibilidad de que yo saque tanto a colación el asunto por algún trauma personal relacionado con mi propia virilidad o, subraya el amable comunicante, mi ausencia de ella. "A ver si es mari cón", concluye, por si no he captado los circunloquios preliminares.

    En fin. Al margen de que yo pueda resultar más o menos mari cón, la antedicha carta me viene al pelo para traerles a colación un impreso anónimo que hace tiempo circula por ahí- algún lector ha tenido el detalle de mandármelo-, y que, bajo el título Riqueza del castellano, enumera una exhaustiva relación de las diversas acepciones que en nuestra lengua, la de Quevedo y Cervantes, tienen los atributos masculinos. Y me van a perdonar el notario de Oviedo y mi madre, pero no me resisto a glosar el asunto y poner los co jo nes en su sitio.

    Por ejemplo: según confirma con acierto singular el mencionado folleto, el sentido co jo nes varía según el numeral que le acompaña. La unidad significa algo caro o costoso (eso vale un co jón), dos pueden sugerir arrojo o valentía (con dos co jo nes), tres significar desprecio (me importa tres co jo nes), y un número elevado suele apuntar dificultad extrema (conseguirlo me costó veinte pares de co jo nes). Del

    mismo modo, basta un verbo para darle variedad a los significados. Verbigracia: tener puede referirse a valentía (esa tía tiene co jo nes), pero también censura, admiración o sorpresa (¡tiene co jo nes!);expresión que, en su variante ¡manda huevos!, hizo recientemente popular, en sesión de las Cortes, mi

    paisano y compañero de maristas Federico Trillo.

    Siguiendo con los verbos, acompañado de poner puede significar reto o aplomo (puso los co jo nes encima de la mesa), y el verbo tocar implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los co jo nes),vagancia (se toca los co jo nes), e incluso desafío (anda y tócame los co jo nes). El término es también acepción de lentitud (viene arrastrando los co jo nes). Y en cuanto a amenaza, su uso es frecuente (te voy a volar los co jo nes) e incluso se recurre a ello para describir agresión física (fue y le pateó los co jo nes).

    Los prefijos y sufijos también son importantes de co jo nes. Por ejemplo, a- significa miedo (acojo nado), des- implica regocijo (descojo narse), y -udo implica calidad o perfección (cojo nudo). También las preposiciones matizan lo suyo: de alude a éxito (nos fue de co jo nes) o intensidad (hace un frío de co jo nes), hasta define ciertos límites (hasta los co jo nes) y por alude a intransigencia (por co jo nes). También se recurren a ellos como lugar de origen para definir cierto tipo de actitudes intrínsecamente españolas y como origen de voluntad inapelable (porque me sale de los co jo nes). En cuanto al color, textura o el tamaño del asunto, los significados son ricos y diversos como la vida misma. Un color violeta define bajas

    temperaturas (se me quedaron los co jo nes morados de frío). Posición y tamaño son decisivos, tanto para

    precisar pachorra o tranquilidad (se pisa los co jo nes) como coherencia (lleva los co jo nes en su sitio). Sin

    que falten referencias cultas o históricas (tiene los co jo nes como el caballo de Espartero).

    Así que ya me dirá usted, señor notario. A ver cuando Shakespeare, o Joyce, o la madre que los parió, en esa jerga onomatopéyica y septentrional que usaban los pastores para llamar a las ovejas, y los piratas para repartirse el botín contando con los dedos, fueron capaces de utilizar, con todo su Oxford, la palabra equivalente con tanta variedad, y tanta riqueza, y tanta prosapia como la usa hasta el más analfabeto de nuestros paisanos. Tres mil años de griego, latín, árabe y castellano respaldan el asunto. Lo que, se mire por donde se mire, es un respaldo lingüístico de co jo nes.

    Arturo Pérez-Reverte

    El Semanal

    26 Abril 1998

    Y respecto a lo que se ha comentado del Estatuto andaluz y la intervención de la RAE dejo esto otro:

    http://www.icorso.com/foro/mensaje.php?a=1...mp;b=24&c=1


  12. Gracias a todos - y todas :lol: - por las felicitaciones y enhorabuenas.

    Pero, eso sí, felicidades, Barlés, compañero :congrats: (por cierto, dónde andas, que estás :ninja: )

    Es cierto. Reformas caseras, las navidades y las correspondientes visitas familiares hacen que haya abandonado ciertas rutinas que espero volver a recuperar en breve.

    Y cómo llegó esto a manos de mi amado Arturín? :ninja:

    Lo pone en el artícvulo Sabri. El mismo Barlés se lo envió a tu Arturín :rolleyes:

    Bueno, digamos que ahí suelta una cierta mentirijilla. Creo que lo leyó en otro foro o que alguien más allegado le dió el chivatazo. Aunque lo del viejo amigo sí es cierto.


  13. Por mí se pueden ir todas a hacer puñetas (femenino),gárgaras (femenino), a nadar en la mar serena (femenino), a la mi**** (femenino sic Fernándo Fernán Gómez),y a chorrarla (femenino).

    No se quejaran, de mi vocabulario feminista ¿no?

    Podría añadirse algún femenino más. A mamarla a Parla, por ejemplo. :diablo:

    En cuanto a lo del tercer género, ya Pérez-Reverte lo palnteaba con ironía en otro artículo:

    Clientes y clientas

    El otro día me saltó a la cara un titular de prensa que me hizo rechinar los dientes, hasta elpunto de que todavía tengo flojo algún empaste: Prueba la inocencia de su clienta. Al principio pensé escribir algo *******ándome pasando mucho del qué dirían las erizas, o la hija feminista del notario de Pamplona —cada uno lleva su cruz, colega—, o el redactor anónimo del libro de estilo que impone tanta soplapollez en la que casi nadie cree de verdad, pero que todo cristo, por aquello del qué dirán practica fervoroso. Pero la carne es débil, y por muy chuleta que madrugue algunos días, y por mucho que mi vecino el rey de la isla de Redonda —antes perro inglés— me haya honrado con la amistosa distinción de Duke of Corso, reforzando de modo considerable mi autoestima, hay cosas a las que ni el mismísimo fencing master de S. M. R. se atreve. Así que vale, me rindo, lo confieso. Trago. Desde ahora voy a hacer un esfuerzo para normalizar mi escritura, adaptándola a los usos sociales de esta sociedad empeñada en reiterar que las mujeres existen, y que el uso del género neutro no es sólo tendencioso y machista, sino que supone un ninguneo de la mujer. Me sumo así a nuestra eficaz Academia Española, siempre dispuesta a consagrar, primero con su silencio. Y luego con su diccionario, cualquier desafuero consumado. Incluso estoy dispuesto a ir más lejos. Lamento no haberlo hecho antes, proporcionando recursos extras a los ciudadanos y ciudadanas y a los compañeros

    y compañeras, que los políticos han manejado durante la recién concluida campaña electoral.

    Pero no lo hice antes por no pringarme, recordando aquello que decía Franco: «Haga como yo. No se meta en política».

    Así que, en el futuro, seré consecuente con las modas y los tiempos. Incluso pasaré por alto el hecho de que la mayor parte de las mujeres inteligentes que conozco, cuando preguntas si prefieren que las llamen abogada o abogado, o jefa o jefe, dicen que te dejes de gili***polleces y las llames como esos títulos se han llamado siempre, porque justamente la discriminación consiste en marcar la diferencia de sexos, y no al

    contrario, y el género neutro no es masculino ni femenino, sino que con frecuencia engloba uno y otro, y se inventó precisamente para algo. Y que cada vez que oyen, por ejemplo, a un político dirigirse a los ciudadanos añadiendo como innecesaria coletilla y ciudadanas, sienten que les da urticaria porque esa moda de lo socialmente correcto suele ser practicada con farisaico entusiasmo precisamente por aquellos varones demagogos que piensan que ya han cumplido con eso de la puntita nada más, y que después de decir españoles y españolas en un discurso ya han cumplido con las cuotas.Olvidando, se pongan como se pongan los radicales y los tontos —que a veces, pero no siempre, son sinónimos—, que lo machista no es una lengua, sino el uso que se hace de ella. Pero en fin. Pese a todo eso, les decía, procuraré que el género neutro, pese a que ha funcionado tranquilamente toda la ***** vida, quede abolido a partir de ahora de mi panoplia expresiva. En el futuro, cualquier neutro usual al que recurra, irá acompañado, para evitar confusiones, de su correspondiente femenino —tal vez deba decir de su correspondiente femenina—. Escribiré así, en adelante, jóvenes y jóvenas, responsables y responsablas, votantes y votantas, enriqueciendo y normalizando la lengua española con perlas —la de jueza me parece hasta ahora la más refinada del elenco— como tenienta, sargenta, caba, cantanta, imbécila. Mi única duda es si al escribir jóvenes, responsables y votantes no estaré incurriendo precisamente en el extremo opuesto, desdeñando la personalidad masculina de los antedichos: y tal vez fuera mejor, en ese caso, que escribiese jóvenos, responsablos y votantos. Así cada cual tendría lo suyo, y no habría dudas al respecto: electricisto, dentísto, ebanisto, cidisto, cliento, gili***pollo. Pero, llegados a ese extremo, la cosa iba a complicarse, porque hay un tercer sexo: los homosexuales existen y tienen sus derechos. ¿Cómo dejarlos fuera? Además, unos homosexuales asumen peculiaridades de un tipo, y otros de otro. Los hay que prefieren llamarse Maripepa y los hay que prefieren llamarse Paco. Y las hay. En su caso habría que matizar. Así que lo ideal, llevando la cosa hasta sus últimas y honradas consecuencias, sería decir, por ejemplo: «Queridos, queridas y querides compañeros, compañeras y compañeres, heterosexuales y homosexuales, clérigos, seglares y pensionistas de la tercera edad: gobernamos gracias al apoyo de los votantos, votantas y votantes españoles, españolos y españolas, que son responsablos, responsablas y responsables de que los ciudadanos, ciudadanes y ciudadanas puedan encarar el futuro, etcétera». Será un poco farragoso y gastaremos más saliva y tinta, pero todo el mundo estará contento. Creo.

    EL SEMANAL

    2 de abril de 2000


  14. Como os creo al tanto de las últimas ocurrencias del Insituto de la Mujer acerca del correcto uso del lenguaje para evitar el supuesto machismo del mismo como, por ejemplo, que se use el término albañila, bedela o estudianta, o que a Ángela Merkel se le denomine como "cancillera". Llegando a afirmar que por qué no en un futuro próximo se pueda hablar del periodisto. Os dejo un enlace del propio Instituto de la Mujer en el que se recogen todas las publicaciones sobre el tema:

    http://www.mtas.es/mujer/programas/educaci...jenosexista.htm

    Curiosamente todos los textos están realizados por autoras. Se vé que todos los lingüístas - o lingüístos, mejor dicho - deben ser unos machistas de tomo y lomo.

    Creo que entre muchos miembros y miembras - y no os riais las susodichas, que esto también lo proponen - de este foro es sobradamente conocida mi coletilla sobre Ibarreche, desarrollada en el foro de Arturo Pérez-Reverte del que también soy miembro, ya que dicho escritor es muy beligerante con este tema, con el que, además le toca batallar en su vertiente de académico de la RAE. Así que creo que mi postura al respecto es más que clara.

    O era. Porque debo reconocer que me han convencido, que se me ha caído la venda de los ojos y he descubierto el machista opresor que albergaba dentro de mí. Así que me voy a unir a la cruzada que emprenden las miembras del Instituto de la mujer e incuso ir más allá. ¿Por qué conformarse sólo con cambiar el diccionario habiendo tantas obras de la literatura claramente machista y que no reflejan la igualdad de sexos. Por eso pongo esta primera piedra en mi a partir de ahora abnegada tarea.

    VIENTOS DEL PUEBLO

    Vientos del pueblo me llevan,

    vientos del pueblo me arrastran,

    me esparcen el corazón

    y me aventan la garganta.

    Los bueyes y las bueyas doblan la frente,

    impotentemente mansa,

    delante de los castigos:

    los leones y las leonas la levantán

    y al mismo tiempo castigan

    con su clamarosa zarpa.

    No soy de un pueblo de bueyes y bueyas,

    que soy de un pueblo que embargan

    yacimientos de leones y leonas,

    desfiladeros de águilas

    y cordilleras de toros y vacas

    con el orgullo en el asta.

    Nunca medraron los bueyes y bueyas

    en los páramos de España.

    ¿Quién habló de echar un yugo

    sobre el cuello de esta raza?

    ¿Quién ha puesto al huracán

    jamás ni yugos ni trabas,

    ni quién al rayo detuvo

    prisionero en una jaula?

    Asturianos y asturianas de braveza,

    vascos y vascas de piedra blindada,

    valencianos y valencianas de alegría

    y castellanos y castellanas de alma,

    labrados y labradas como la tierra

    y airoso y airosa como las alas;

    andaluces y andaluzas de relámpagos,

    nacidos y nacidas entre guitarras

    y forjados y forjadas en los yunques

    torrenciales de las lágrimas;

    extremeños y extremeñas de centeno,

    gallegos y gallegas de lluvia y calma,

    catalanes y catalanas de firmeza,

    aragoneses y aragonesas de casta,

    murcianos y murcianas de dinamita

    frutalmente propagada,

    leoneses, leonesas, navarros navarras, dueños y dueñas

    del hambre, el sudor y el hacha,

    reyes y reinas de la minería,

    señores y señoras de la labranza,

    hombres y mujeres que entre las raíces,

    como raíces gallardas,

    vais de la vida a la muerte,

    vais de la nada a la nada:

    yugos os quieren poner

    gentes de la hierba mala,

    yugos que habeís de dejar

    rotos sobre sus espaldas.

    Crepúsculo de los bueyes y bueyas

    está despuntando el alba.

    Los bueyes y bueyas mueren vestidos

    de humildad y olor de cuadra:

    las águilas y los águilas, los leones y leonas

    y los toros y vacas de arrogancia,

    y detrás de ellos, el cielo

    ni se enturbia ni se acaba.

    La agonía de los bueyes y bueyas

    tiene pequeña la cara,

    la del animal varón y hembra

    toda la creación agranda.

    Si me muero, que me muera

    con la cabeza muy alta.

    Muerto y veinte veces muerto,

    la boca contra la grama,

    tendré apretado los dientes

    y decidida la barba.

    Cantando espero a la muerte

    que hay ruiseñores y ruiseñoras que cantan

    encima de los fusiles

    y en medio de las batallas.

    Miguel Hernández

    (O, al menos, así debería haberlo escrito)